ultramar
Leo en la revista Ñ una entrevista que hizo el amigo Q. a Gustavo Guerrero, editor, ensayista y poeta venezolano en París. Una buena entrevista, con varias líneas interesantes planteadas por Guerrero para pensar la relación siempre problemática -en un sentido amplio- entre la literatura latinoamericana y el viejo continente.
Termino de leer la entrevista y me pongo zonzo, y se me da por imaginar escenas locas, dignas de la ficción especulativa más desaforada: escritores franceses desvelados, rompiéndose los sesos para ver cómo logran ser publicados en Colombia; críticos e investigadores preguntándose cómo ha evolucionado la imagen del escritor europeo en latinoamérica, y sospechando que difícilmente se recuperen viejos destellos por estas tierras; jóvenes españoles enviando sus primeras novelas a los miles de concursos internacionales de Lima, Santiago o Buenos Aires, soñando secretamente con dar el gran salto, y que un editor magnánimo los llame un día por teléfono diciendo: "¿Sabés qué, pichón? Te sacaste la grande: te vamos a publicar la novela y con la plata del adelanto te vas a pegar la gran vida, escribiendo y recorriendo la bohemia de nuestras capitales; hacé las valijas, y poné varias camisas, que tenés algunas presentaciones...".
Zonceras, ya lo dije.
Comentarios
Abrazo, master.
Un abrazo
Siberia, ya ves: ahora te publicás por tu cuenta en varios blogs, y sos dueña de tus sueños.
A los dos, un abrazo.
Las suyas son de esas zonceras que despavilan nuestras mejores reflexiones (no las mías particularmente, digamos 'las de la gente').
Lástima no haberlo visto la última vez.
Abrazo y feliz natal.
PD: Borré porque corregir es necesario, no era mi intención estropearle la virtualidad.
María