la memoria del eternauta
En el aniversario del golpe de 1976, me encuentro leyendo El Eternauta. Sin cálculo previo. Me alegra que la mano de la dictadura no haya logrado matar el recuerdo y las obras de aquellos a quienes -como a Héctor Germán Oesterheld- condenó a la desaparición física. Me alegra que ciertos actos simbólicos se impongan naturalmente, sin la menor violencia. Me alegra que la memoria sea más fuerte que el olvido.
Comentarios
Un abrazo
abrazos.
María, Néstor, me alegra que andemos "memorizando" juntos.
Un abrazo a los tres.
gracias por pasar vos por allá.
Todavía no me decido, se algunas cosas:
es de noche.
hay lengas casi fosforescentes.
hay una oveja salvaje.
pero, cómo vuela? hay un círculo de árboles o sólo una hilera?
saludos