sueño



Un sueño que podría haber tenido, y no tuve... ¿me estoy poniendo muy místico?:


Estuve ahorcado. Mi cuerpo pendía, meciéndose los pies, con la cabeza ladeada.

Hubo alguien, un hombre barbado, que tal vez fuese también yo; acercándose hasta casi tocarme, escupió sobre mi cuerpo muerto.

Luego se fue, caminando despacio, hacia el lupanar. Comió, bebió y fornicó hasta caer reventado. Una herida abrió su carne en un costado y los gusanos brotaron como si fuesen su sangre.

No hubo quien se agachase a lamer aquella hendidura, pero todos los presentes corrieron a lavarse las manos.

Una sola mujer lloraba, porque así está escrito que sea.

Recién entonces retiré la soga que laceraba mi cuello, bajé de la estructura de madera, y caminé descalzo hasta perderme en el desierto.

Comentarios

Erne ha dicho que…
Precioso

me gusta este blog.

Un abrazo
Santiago Maisonnave ha dicho que…
Pero, Blanca, me alegra que te aventures a recorrer estos recovecos...
Muchas gracias.
Un abrazo.

Entradas populares