génesis
En La insoportable levedad del ser, escribió Milan Kundera: "...los personajes no nacen como los seres humanos, del cuerpo de su madre, sino de una situación, una frase, una metáfora en la que está depositada, como dentro de una nuez, una posibilidad humana fundamental que el autor cree que nadie ha descubierto aún o sobre la que nadie ha dicho aún nada esencial". Lo releo -buscando otra cosa- en un momento en el que vengo preguntándome, con cierta recurrencia, de dónde carajo nacen los personajes (sí, cuando me pregunto cosas con insistencia me pongo un poco burdo).
No termino de estar de acuerdo con esta perspectiva de Kundera (lo que, sin duda, le quita el sueño)... sobretodo por la última parte de la reflexión: yo no sé si hay una conciencia tan clara del autor sobre esa "posibilidad humana fundamental", y sobre la originalidad de su descubrimiento. Al menos en el momento de nacimiento estricto del personaje. Me parece, más bien, que esa conciencia va sedimentando cuando un autor tira de un hilo que, de un modo mucho más inconsciente o inexpresable, le llamó la atención en aquella frase, situación o, pongamos, metáfora.
El nacimiento de un personaje, en todo caso, me parece un fenómeno extremadamente arbitrario; a veces, azaroso. Un error de tipeo, por ejemplo, puede ser el desencadenante de una voz que se presenta nítida, sugiriendo gestos, costumbres irritantes o virtuosas, un trabajo o una pertenencia social.
Uno puede escribir involuntariamente Gordor, en lugar de Gordo, y encontrarse de pronto frente a un ser aún pringoso de placenta y coágulos, que chilla como un becerro y reclama atención.
¿Hay que quererlo menos porque fue un "personaje no buscado", producto de un descuido?
No termino de estar de acuerdo con esta perspectiva de Kundera (lo que, sin duda, le quita el sueño)... sobretodo por la última parte de la reflexión: yo no sé si hay una conciencia tan clara del autor sobre esa "posibilidad humana fundamental", y sobre la originalidad de su descubrimiento. Al menos en el momento de nacimiento estricto del personaje. Me parece, más bien, que esa conciencia va sedimentando cuando un autor tira de un hilo que, de un modo mucho más inconsciente o inexpresable, le llamó la atención en aquella frase, situación o, pongamos, metáfora.
El nacimiento de un personaje, en todo caso, me parece un fenómeno extremadamente arbitrario; a veces, azaroso. Un error de tipeo, por ejemplo, puede ser el desencadenante de una voz que se presenta nítida, sugiriendo gestos, costumbres irritantes o virtuosas, un trabajo o una pertenencia social.
Uno puede escribir involuntariamente Gordor, en lugar de Gordo, y encontrarse de pronto frente a un ser aún pringoso de placenta y coágulos, que chilla como un becerro y reclama atención.
¿Hay que quererlo menos porque fue un "personaje no buscado", producto de un descuido?
Comentarios
Ahora, qué hago yo con esta panza de ocho meses??? Será sólo una cruel metáfora? Una burda (por parafrasearlo) inflamación de palabras??
Me gustó la idea de Gordor, suena a aborto Beckettiano. Otro que nos hizo parir varios innombrables carentes de padre. Dele nomás con el pringoso Gordor. Le dejo aquí mismo mi apuesta y un abrazo.
Lo de la panza podría atribuirse a un nutrido vocabulario, por qué no. Llévela con orgullo.
La señorita que insiste en llamar "Gordor" a su novio está, poco a poco, tomando forma... nunca mejor dicho: será un dibujo. Ya le contaré.
Un abrazo pa usté, oiga.
yo acabo de terminar "nadie nada nunca" y me ha quedado esa sensación de no saber qué leer después de semejante cosa. y es que de la NADA se ha disuelto un cúmulo de instantes plásticos y reconcentrados. todo en saer parece que estuviera pintado y que fuera a desaparecer al segundo.
me gustaron mucho dos palabras: sedimentar e hilo.
abrazo.
Gracias por tu visita, un placer leerte, te encontré por la casualidad como algunas veces encontramos a los personajes, y me encantó el Post donde decías que si la felicidad te da la espalda, agárrale el culo. Le estoy usando cuando me llega ese ahíto de tristeza, oye y me da otra visión de todo.
A veces que fácil es salta el muro y caer sobre sobre un mullido colchón, y sonreír cogiéndole el culo a felicidad.
María, comparto la misma inquietud.
Un abrazo para las dos.