fragmentos de un inexistente diario de viajes (VI)
23/4/2008
Tres bolas de billar como la sonrisa de un payaso.
¿Por qué los ojos en los ojos? ¿Por qué no otra forma?
Una cortina de agua. Una lluvia de fuego. La contorsión y la pausa. De pronto, la pausa.
Ojos metidos en un cierto tiempo. Sin el tiempo necesario no habrá ojos; no esos ojos.
Sin esos ojos, el tiempo es sólo tiempo. Y después, intervalo. El sonido es otro; el fuego que llueve es otro; la lluvia que quema es otra. Todo es, a su modo, intervalo.
Tres bolas de billar como la sonrisa de un payaso.
¿Por qué los ojos en los ojos? ¿Por qué no otra forma?
Una cortina de agua. Una lluvia de fuego. La contorsión y la pausa. De pronto, la pausa.
Ojos metidos en un cierto tiempo. Sin el tiempo necesario no habrá ojos; no esos ojos.
Sin esos ojos, el tiempo es sólo tiempo. Y después, intervalo. El sonido es otro; el fuego que llueve es otro; la lluvia que quema es otra. Todo es, a su modo, intervalo.
Comentarios
en fin.. qué bueno que hayan vueltos tus escrituras, un saludo Santi!
Un abrazo pa usté, Carito.