la paja en el ojo ajeno
Se leía en la luneta trasera de una camioneta notablemente descuidada. Alguien lo escribió ahí, con el mismo dedo con el que seguramente señaló la dirección que seguirían las ondas de su risa socarrona. Alguien con una implacable agudeza para identificar los patetismos ajenos. Dueño flamante de una feroz mordacidad.
"Labame susio", trazó su índice sobre los meses de polvo acumulado y, con la simple sentencia, desnudó la desidia y la bajeza de la naturaleza humana.
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