el cuarto poder
- ¿Y ustedes trabajan sólo de esto?
- Bueno, no, yo también soy periodista...
- ¡Periodista! ¡El cuarto poder!
Sonrisa cortés.
- En serio... ustedes son el cuarto poder, ¿no sabías?
- Bueno, eso dicen...
- Cuchá, yo una vez estaba en el tren... - mueve las manos; de repente, alrededor, parece haber un tren- viajaba a Capital, ¿viste?, y veo a un tipo, grande, que me miraba; yo lo miro, ¿viste?, y el tipo nada - cabecea hacia adelante y levanta los dedos amontonados apuntando para arriba- así le hice, y el tipo nada; "¿qué te pasa viejo?", le dije, yo era pendejo y no me importaba nada, ¿viste?, y el tipo saca del bolsillo un papelito, lo mueve así y me grita "¡periodista señor!"...
No sé qué decir. Debo expresar eso con el gesto, porque sigue, satisfecho:
- Pará, pará, que me bajo en la siguiente estación, y el tipo también, y cuando voy caminando por el costado del tren, aparecen dos canas y me llevan preso... ustedes tienen mucho poder, viejo, son el cuarto poder.
La conversación se corta ahí, mi compañera me llama para que levantemos los platos y sirvamos los postres.
Comentarios
¡Buen blog! Seguimos por acá. Saludos.
Saludos.