alpiste
Este señor escribe con placer. Se nota. Y escribe bien, además.
De su blog sólo recuerdo haber leído un anécdota de cuando era chico y lo llevaron a jugar al rugby. Me divirtió mucho. Me reí en voz alta, hacia fuera, y estaba sólo. Eso siempre es buena señal. Después, no sé por qué, no volví a visitarlo.
Hoy leo Orsai de nuevo, y me doy cuenta de eso: Hernán Casciari escribe con placer, y por el placer de escribir. No soy ningún adivino, lo dice él. Pero otros también lo dicen y no les creo. A él sí le creo.
Y lo bueno de encontrar gente que escribe sólo por el placer de escribir - por el placer de hacerlo bien-, y que entiende ese placer desde un lugar lúdico, es que contagia. Uno lee los textos de esa gente y siente ganas de escribir. De divertirse escribiendo.
Ya está en las librerías argentinas su último libro, "España, decí alpiste", de Sudamericana.
De su blog sólo recuerdo haber leído un anécdota de cuando era chico y lo llevaron a jugar al rugby. Me divirtió mucho. Me reí en voz alta, hacia fuera, y estaba sólo. Eso siempre es buena señal. Después, no sé por qué, no volví a visitarlo.
Hoy leo Orsai de nuevo, y me doy cuenta de eso: Hernán Casciari escribe con placer, y por el placer de escribir. No soy ningún adivino, lo dice él. Pero otros también lo dicen y no les creo. A él sí le creo.
Y lo bueno de encontrar gente que escribe sólo por el placer de escribir - por el placer de hacerlo bien-, y que entiende ese placer desde un lugar lúdico, es que contagia. Uno lee los textos de esa gente y siente ganas de escribir. De divertirse escribiendo.
Ya está en las librerías argentinas su último libro, "España, decí alpiste", de Sudamericana.
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