trece horas: diez y cuatro (III)
Viene de acá
Llueve. Mira al cielo. La lluvia no se ve en el cielo; se dibujan sus impactos en el charco de la calle, en las baldosas mojadas de la vereda. Desde la reja verde que está a su lado se descuelgan gotas hacia el piso. Se forman despacio, se van llenando hasta que la parte de abajo es más gruesa que el extremo pegado a la reja, entonces caen. Como paracaidistas. No, como bombas. Sonríe.
Pasa el tiempo. No es igual, el tiempo, ahí adentro. Es empalagoso. Es blando y es empalagoso. Son dos, tres, cuatro tiempos de afuera. Late. Se deja venir despacio, desde tonos graves a tonos agudos. Es como una gota sobre un jarro con agua; cuando parece que el jarro va a rebalsar, otra gota se acerca al infinito. El tiempo son las gotas de la reja. Una sola gota es el tiempo.
Cae la gota, y pica, y moja. Cae la gota, en la vereda, y pica, y moja. Cae la gota, en la vereda, oscura vereda, y pica, y moja. Gota en el jarro, gota en la piedra, gota en la frente, gota en la gota que cae sobre la vereda, y pica, y moja. Cae afuera, la gota, adentro la miro. Es la misma, es otra, la gota que cae, que pica, que moja. Cae sobre mi cuerpo quieto, cae. Pica sobre mi cuerpo inútil, pica. Moja la gota, moja, los músculos tensos sobre el cajón de cervezas, los pica, los moja. La china me mira, pica, la china callada, moja, la gota, la china, pica, y moja. La piedra y mi cuerpo, pica, sentado, moja, y espero la gota, pica, espero la gota, moja, la gota espero, pica, la miro, moja, y pica, espero, y moja, espero, la gota, espero la gota, y espero la gota que pica y que moja.
Llueve. Mira al cielo. La lluvia no se ve en el cielo; se dibujan sus impactos en el charco de la calle, en las baldosas mojadas de la vereda. Desde la reja verde que está a su lado se descuelgan gotas hacia el piso. Se forman despacio, se van llenando hasta que la parte de abajo es más gruesa que el extremo pegado a la reja, entonces caen. Como paracaidistas. No, como bombas. Sonríe.
Pasa el tiempo. No es igual, el tiempo, ahí adentro. Es empalagoso. Es blando y es empalagoso. Son dos, tres, cuatro tiempos de afuera. Late. Se deja venir despacio, desde tonos graves a tonos agudos. Es como una gota sobre un jarro con agua; cuando parece que el jarro va a rebalsar, otra gota se acerca al infinito. El tiempo son las gotas de la reja. Una sola gota es el tiempo.
Cae la gota, y pica, y moja. Cae la gota, en la vereda, y pica, y moja. Cae la gota, en la vereda, oscura vereda, y pica, y moja. Gota en el jarro, gota en la piedra, gota en la frente, gota en la gota que cae sobre la vereda, y pica, y moja. Cae afuera, la gota, adentro la miro. Es la misma, es otra, la gota que cae, que pica, que moja. Cae sobre mi cuerpo quieto, cae. Pica sobre mi cuerpo inútil, pica. Moja la gota, moja, los músculos tensos sobre el cajón de cervezas, los pica, los moja. La china me mira, pica, la china callada, moja, la gota, la china, pica, y moja. La piedra y mi cuerpo, pica, sentado, moja, y espero la gota, pica, espero la gota, moja, la gota espero, pica, la miro, moja, y pica, espero, y moja, espero, la gota, espero la gota, y espero la gota que pica y que moja.
Comentarios
Un abrazo
pero también es como un tejido hecho muchas veces de pica y moja, un tejido retrocedido que no se sabe cómo, moja.
un abrazo de lunes-que-parece-sábado. ha nacido la primera fresia en el balcón. ya casi la segunda.